MANUEL ALMAGRO URRUTIA
Pintor, Escenógrafo, Diseñador e Historietista
Nace en Villa Clara, el 19 de Diciembre de 1931
1958 Graduado de la Escuela Superior de Artes Plásticas “San Alejandro”
1970 Realiza estudios de Dibujos Animados
1976 Especialización en Escenografía en el Staatliichen Comité de Fernsehen de Berlin, RDA
1985 Curso de Diseño Escenográfico impartido por el Instituto Oficial de RTV Española, en cooperación con el ICRT
1987 Graduado de la Escuela Nacional de Diseño
• Desde 1960 a 1992 se desempeña como Diseñador Escenográfico del ICRT y Miembro de la Comisión de Evaluación de este Instituto hasta su jubilación.
• Jurado del Premio Caracol en Escenografía en 1985.
• Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
• Ostenta la Medalla “Raúl Gómez García” del Sindicato de la Cultura y el Reconocimiento de la TV Nicaragüense por la escenografía del serial “Rigoberto López”, mártir de la Revolución.
Exposiciones Personales
1971 Pintura Política Casa Cultura Checa, La Habana, Cuba
1972 70 Aniversario Nicolás Guillén Centro de Prensa Internacional, La Habana, Cuba
1975 Pintura Política Casa Cultura Checa, La Habana, Cuba
1994 Se Sekun Centro de Prensa Internacional, La Habana, Cuba
1996 Folkuba Sede del Folklórico Nacional
Obras donadas que ambientan varias Embajadas
1970 La Guerra Embajada de Cuba en Mongolia
1972 Retrato de Fidel Castro R. Embajada de Cuba en Vietnam
1973 Lucha por la Humanidad Embajada de Cuba en Bulgaria
1974 Pensamiento Latinoamericano Embajada de Cuba en Costa Rica
Publicaciones
1973 Revista Unión Soviética, No 7, XVC, Obra: Gendarme
Portada de la Revista Alemana Bildende Kunst, No ), Obra: Trust
1974 Reportaje Gráfico en la Revista Alemana Bildende Kunst, No 11, Obras: Trust, Vietnam, Alegría de mi Hogar, Deformación, Pensamiento
1975 Latinoamericano, Remember Nuremberg y Lucha por la Humanidad
1976 Contraportada de la Revista Alemana Bildende Kunst, No 34, Obra: Vietnam
Catálogo Exposición Realismo Comprometido, Bulgaria
1977 Catálogo Exposición Pintura Altamente Comprometida, Moscú, URSS
Selección de la obra de Milán Chovande, Artículo de Zdenek Janci que trata la obra de Manuel Almagro Urrutia
Libro Pintores Cubanos, editado en alemán, láminas 34,35 y 36 por la Editorial Seemann Kunstmappe, Berlín
Premios y Menciones
1980 Mención: Premio Caracol, escenografía “El Mambisito”
1983 Tercer Premio Carnaval, escenografía
1984 Segundo Premio Carnaval, escenografía
Premio Caracol, escenografía “Bodas de Sangre”
1985 Premio Caracol, escenografía “La Muñeca Negra”
Exposiciones y Muestras Colectivas
1970 Salón Nacional UJC
Salón 26 de Julio, ICRT
Salón Nacional 70, Palacio Bellas Artes Cuba
Cuba
Cuba
1971 Salón 26 de Julio, ICRT
Exposición 13 de Marzo, Ministerio de Comunicaciones Cuba
Cuba
1972 Exposición II Congreso UJC
Exposición 10 de Enero, Radio Liberación
Exposición 26 de Julio, Radio Progreso
Exposición 26 de Julio, Galería UNEAC Cuba
Cuba
Cuba
Cuba
1973 Exposición 26 de Julio, ICRT
Salón Realismo Comprometido Cuba
Bulgaria
1974 Exposición 26 de Julio, Galería UNEAC
Exposición Homenaje a Salvador Allende
Exposición II Congreso FMC
Exposición de Pintores Cubanos, ICAP
Exposición de Pintores Cubanos, ICAP Cuba
Cuba
Cuba
Costa Rica
Vietnam
1976 Exposición XX Aniversario Desembarco del Granma
Exposición Pintura Política, Ministerio Comunicaciones
Exposición Pintores Cubanos, ICAP
Salón Realismo Comprometido Cuba
Cuba
Argelia
Bulgaria
1977 Exposición Pintura Altamente Comprometida, Moscú URSS
1983 Salón 2 de Enero, Homenaje al 25 Aniversario del Triunfo de la Revolución
Exposición XXX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada Cuba
Cuba
1996 Dos Artistas Cubanos, Galería Hotel Habana Libre Cuba
1998 Exposición de Pintura Cubana, Pintor que pintas tu tierra, Centro Cultural Cerecedo, León
Exposición Pintura Cubana, Cuba con el color del Caribe, Sala Torreblanca, León España
España
1999 Exposición de Pintura Cubana, La Habana que vuelve, Ayuntamiento de Valencia, Don Juan y Astorga
Exposición de Pintura Cubana, Cuba: Ecos del Caribe, San Sebastián de los Reyes, Madrid España
España
2007 Exposición personal Edificio Jerusalén Trade Center Miramar. “Descubriendo La Habana” en conmemoración al 488 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal de la Habana. Cuba
MANUEL ALMAGRO
El arte refleja la espiritualidad, no sólo del artista, sino también de su tierra y de sus gentes, por ello poseer una pieza de Almagro, equivale a guardar un fragmento de la historia de este país, engarzadas con las corrientes del mundo a través del color, el dibujo y la sensualidad que no puede estar ausente en una muestra del trópico.
Los símbolos tomados como integrantes de nuestra esencia cultural son utilizados por este artista, para hacer gala de un dominio marcado de la técnica, y brindar al espectador una obra profundamente cubana y transmisora de un lenguaje universal, ya que a cada hombre lo antecede un camino místico inevitablemente reflejado en sus actividades vitales.
Largos son los antecedentes en las crónicas de nuestra pintura del uso de los elementos que signalizan la Ocha o el Abakúa; Wilfredo Lam y Roberto Dihago, entre otros, quienes lograron internacionalizar nuestras raíces, pero cada artista real, tiene su modo identificativo de expresión y en las piezas de Almagro hallamos no sólo líneas y valores que le proporcionan una singular manera de decir, sino una coloración limpia que contribuyen al hallazgo de esa paz interior tan codiciada por el hombre actual.
Caminador incansable de las calles habaneras, ha recibido la influencia de su eclecticismo arquitectónico y también el influjo de población impredecible en su actuar, que ha sido imbuida por sueños, miedos y valores ancestrales que se respiran en cada rincón y que pueden ser captadas por quién posee no sólo la capacidad de recibirlas, sino también la sensibilidad para transformarlas en imágenes sobre un lienzo, he ahí las cualidades que marcan los cuadros de Manuel Almagro.
El arte contribuye a la felicidad del hombre, fundamentalmente de aquellos que poseen una formación integral, por eso quienes se acerquen a una de estas piezas, experimentará la sensación de haber ascendido hacia la realización individual.
Lic. Mercedes González Rives
MANUEL ALMAGRO
Almagro es un pintor de trazos vigorosos, además en la arena plástica no cede ningún espacio a la fotografía. Es en este punto donde comienza su legítima ambición, la grandeza de su obra: el arte o nada. Pero nunca el folklorismo, aunque vaya al encuentro de las formas más tenaces por si misma del folklore. Después de todo, de lo que se trata no es de la dificultad, sino de la provocación o la genialidad.
No he hablado de magia a mansalva, sino desde el profundo sentido del realismo mágico, real maravilloso de mi identidad cultural, caribeña y Latinoamérica. El cubano Carpentier y el haitiano Alexis, los oficiantes en el exorcismo de aquellos entrañables manifiestos, son también los corifeos mesiánicos de nuestras identidades culturales, cuyo dinamismo mueve al ritmo que aquellos percibieron con las originales sensaciones que experimenta el espíritu, en todo acto de auténtico descubrimiento. Ellos fueron consecuentes, atraparon en la estética de sus obras el encantamiento, la magia, atesorados en todas nuestras culturas.
Por mi parte, busco y encuentro el misterio atrapado en los cuadros de Iroko, Orula, Oggún, que resumen magistralmente la exhaustiva lucha de Almagro con las, hasta entonces, elementales y desalentadoras posibilidades artísticas de las firmas. No soy crítico de artes plásticas, ya advertí que mi objeto es la identidad nacional desde mi punto etnológico, pero en el cuadro de Orula, por ejemplo, la utilización de sus colores emblemáticos (el verde y el amarillo), sobre ocre, logran un impresionante efecto de misterio donde caben infinitas interrogantes existenciales sobre el sentido de la vida, la angustia adivinatoria acerca de las celadas que el futura tienda al individuo; mientras que en Iroko, el verde del tupido follaje y el carmelita de la corteza, integrados al claroscuro del juego tonal del cuadro, excitan en mi animo unas misteriosas sensaciones de textura orgánica, somática, llenas de placidez uveral.
Un gran poder sugestivo de muy variadas emociones distingue a la plástica de Almagro. Pienso que se traspasa así el umbral de lo nacional o lo universal. Me comunico con Oba, la esposa de Chango en la serie de firmas. Mi fantasía hace que Penélope entre en el cuadro y percibo entonces el macizo elemento que domina la composición como una metafórica máquina Pop de coser. La espera se remite, en mi excitada imaginación, a cualquiera desaprensivos Ulises o Chango. No tengo que pedir cuentas al artista, acaso se trata de un secreto, un misterio.
Todo lo contrario al folklorismo, resueltamente Almagro decide penetrar en las formas esotéricas del folklore cubano, abre o rompe su armadura críptica. Las conquista y recompone a su creativo antojo, multiplicando sus valores estéticos, y las sitúa entonces en algún lugar cimero de la identidad nacional con su autenticidad devuelta, reivindicada.
A menudo los etnólogos encuentran que la obra de arte profesional expresa, en primer plano, la experiencia personal del artista. Las conexiones con el arte internacional son proverbiales en las élites del arte y la literatura nacionales. Pero hay varias cuestiones que por fundamentales en nuestro gremio, los etnólogos debieran saber responder. Ningún artista acumula, como patrimonio individual, todas las manifestaciones culturales que dan su forma completa a la identidad de aquel pueblo del cual él es parte inseparable. Sin embargo, todas esas manifestaciones culturales están ligadas orgánicamente entre sí y comparten la misma esencia: su sentido original y único. En todo caso, las élites son el banquete único de la crítica pero tampoco pueden escapar del ojo entrenado y escrutador de los etnólogos. El destino de la obra de arte pasa siempre por el regazo de ambas tiranías. Entiéndase que lo dicho es metafórico, pues todavía no he podido salir del lirismo en que me envolvió la obra de Almagro.
Alberto Pedro D.
Palabras del Maestro Juan Vázquez Martín en la inauguración de la exposición personal del artista plástico en el edificio Jerusalén en el Trade Center de Miramar.
El maestro y amigo Almagro me pidió que dijera algunas palabras sobre esta muestra personal titulada “Descubriendo la Habana” que estamos inaugurando en la tarde de hoy.
Acepte su oferta con mucho gozo y placer, disponiéndome ahora a expresarles a ustedes algunas ideas pictóricas sobre la estética de las obras que exhibe el artista plástico Manuel Almagro Urrutia en este local.
Es este un conjunto de obras de mediano y gran formato, realizadas con óleo sobre tela, teniendo como tema el paisaje urbano de una habana casi olvidada, esta capital múltiple, vital e irrepetible por su arquitectura Ecléctica, personalísima, Original y única en nuestro concepto geográfico del caribe.
Vemos también como en la mayoriíta de las obras de almagro, el ser humano, discretamente sensual, es parte imprescindible de su estética, transitando por sus calles y aceras.
Esta Habana en las telas del pintor esta rociada y embellecida con colores calientes, fríos y grises, es una habana en la que descubrimos un permanente dibujo en su ejecución, que adecua cada forma en un espacio bidimensional exacto, la viste de noche con intensos azules, o de sol deslumbrantes con naranjas y rojos. Mágicos espejos de lluvia tropical multiplican las formas hacia un eterno sueño de color que en las tardes nos traen delicados matices de ocre, rosas y grises. Todo lo cual nos da, a nosotros los espectadores, un deleite de arte legitimo.
Esta muestra de quince cuadros que exhibe el pintor, no es el resultado de la providencia, del hallazgo fortuito, del neófito aventurero llenando a ciegas, con pasta de óleo y manos torpes telas encontradas en viejas gavetas.
El maestro almagro da sus primeros pasos estudiando y graduándose en pintura en la academia nacional de San Alejandro, mas tarde estudia estenografía en Alemania y en la escuela nacional de diseño de cuba, así como otros cursos vinculados siempre a las artes visuales. Por lo tanto estamos en presencia de un profesional, de un maestro conocedor de los secretos del oficio del arte de pintar. Todos sabemos que ninguna escuela del mundo da talento. La semilla del ángel de la creación artística esta en nosotros desde que nacemos, pero hay que alimentarla con el estudio y el trabajo permanente.
Almagro, tiene ángel y es un estudioso permanente, es un pintor con técnica para convertir la ficción en realidades visuales pictóricas. Sus obras aquí presente lo demuestran, son cuadros bien estructurados, donde se a aplicado con suma habilidad el óleo, así vemos como va sobreponiendo diferentes capas de color para lograr los efectos atmosféricos visuales deseados.
Aquí también podemos encontrar cuadros con una perspectiva renacentista occidental, sobre un espacio bidimensional, con técnicas post impresionistas, también otros cuadros con planos verticales y horizontales, dentro de un rectángulo con formas y colores mas libres. En la creación todos los caminos que son genuinos en el arte son validos.
No me sorprende que el maestro almagro cuente con un currículo tan amplio de exposiciones personales y colectivas dentro y fuera de cuba.
Tampoco nos debe sorprender que importantes coleccionistas nacionales como extranjeros adquieran sus obras.
Muchas gracias.
Juan T Vázquez Martín